El vértigo postural paroxístico benigno (VPPB) suele manifestarse con la aparición repentina de vértigo rotatorio. Normalmente, el vértigo postural benigno ocurre de improviso, dura solo unos segundos y termina abruptamente. El VPPB suele desencadenarse al darse la vuelta en la cama, al levantarse de una posición reclinada o al inclinarse rápidamente. Afortunadamente, como su nombre lo indica, el vértigo postural benigno es generalmente inofensivo. No obstante, sigue siendo desagradable para los afectados.
Sin embargo, las maniobras de recolocación específicas (p. ej., maniobras de Epley) pueden ayudarle a resolver este problema.
Normalmente, el vértigo postural benigno es producto de la presencia de pequeños cálculos en el oído (otolitos o estatolitos), que se desprenden de los órganos maculares sáculo y utrículo. Los otolitos que flotan libremente se desplazan a los llamados conductos, que forman parte del órgano del equilibrio. Al llegar allí, desencadenan estímulos sensoriales contradictorios con determinados movimientos de la cabeza y, por lo tanto, vértigo.
Aunque todavía se desconozca la razón exacta por la cual los otolitos se desprenden en casos de vértigo postural benigno, se asumen varias causas posibles: Una inflamación del órgano del equilibrio del oído interno podría ser responsable del desprendimiento de los otolitos, pero también podría deberse a una lesión deportiva o un accidente de tráfico previos. Otras posibles causas podrían ser la edad avanzada o un traumatismo craneal.
Examinando los movimientos involuntarios del ojo (nistagmo), un médico puede identificar qué conducto está afectado. La dirección en la que se mueven los ojos es crucial. Una opción de tratamiento es un conjunto de movimientos específicos de la cabeza bajo la supervisión de un terapeuta —las llamadas maniobras de recolocación—, que devuelven los otolitos a su posición natural.
Como los otolitos pueden desprenderse de nuevo y volver al conducto, en cualquier momento es posible que se produzca una recidiva. De la misma manera, puede repetirse una maniobra de recolocación para eliminar rápidamente los síntomas del vértigo postural paroxístico benigno.
Si padece ese tipo de vértigo, use los ejercicios para entrenar el equilibrio y evite hacer movimientos bruscos o espasmódicos. Así el vértigo postural paroxístico benigno no afectará en absoluto su vida cotidiana.
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