Cuando nos mareamos, perdemos el sentido de la orientación espacial y notamos movimientos en el entorno que en realidad no existen. Resultado: problemas de equilibrio hasta el punto de caer, acompañados de una serie de síntomas diferentes.
Las diferentes formas de vértigo se producen a través de diferentes procesos del organismo. Por lo tanto, es importante saber cómo interactúa el sistema del equilibrio con otros sistemas del cuerpo humano para poder orientarnos y movernos en una estancia.